Aventuras en la Escuela “Democrática” El Dragón — Capítulo I

Cómo la directora del centro educativo de mis hijos llegó a hacer 3 Saludos nazis en medio de una reunión de padres y maestros sobre el acoso escolar y acoso sexual en potencia.

Hola Internet

Les presento a Bárbara Serrano, jefa de estudios, directora y CEO de la escuela democrática El Dragón en Madrid, de donde mi hija de 5 años ha sido alumna hasta hace muy poco.

El Dragón es un proyecto interesante. Tienen un gran sitio web y una increíble presencia en las redes sociales.

Cuando mi esposa y yo encontramos esta escuela el año pasado, pensamos que habíamos encontrado algo realmente especial. Organizada en torno a los principios humanistas y democráticos, El Dragón promete una experiencia escolar libre donde los estudiantes aprenden sin imposición de métodos autocráticos, en una cultura de respeto mutuo. Un lugar donde sus talentos pueden desarrollarse y brillar. Con un parlamento escolar, un sistema judicial dirigido por profesores y estudiantes, este parecía ser un lugar perfecto para que mi hija terminara su etapa en infantil y entrara en la escuela primaria. Durante 7 meses, vivimos en el espejismo de esta Utopía Democrática hasta que ocurrieron algunos eventos que nos obligaron a empezar a plantear preguntas difíciles sobre la “democracia” tal como se practicaba en El Dragón.

En febrero de este año, el chat de infantil estalló debido a la “desaparición” de Theresa, una de las educadoras más populares. Aparentemente había sido despedida, aunque tan solo 2 semanas antes la escuela había alabado su actuación a los padres. Cuando los padres comenzamos a hacer preguntas, Bárbara nos informó que la escuela era en realidad una empresa con fines de lucro y que, por razones legales, la escuela no puede decir nada sobre el despido, ni respondería ninguna de las preguntas de los padres. Al mismo tiempo, Theresa explicó a los padres que la llamaron que ella ni siquiera sabía exactamente porqué la habían despedido, pero que podría tener algo que ver con el hecho de que unos días antes de despedirla expresó su preocupación sobre el modelo pedagógico que la escuela utilizaba. Cuando los padres expresaron su descontento por la falta de comunicación o información por parte de la comunidad educativa con respecto a esta situación, Bárbara abandonó abruptamente el chat.

Como padre de una alumna de una escuela “Democrática”, cometí un error al solicitar una reunión con la comunidad. Este es el mensaje que envié al chat.

 

“Hola, me gustaría decir algunas cosas sobre #TheresaGate

Esta mañana mientras hablaba con mi hija en el desayuno sobre lo que ha pasado, me ha contado que lo que Blake básicamente les ha transmitido es que la gente va y viene, y que no pasa nada. Sin embargo, cuando le insistí a mi hija sobre qué quería decir eso, sus palabras vinieron a decir: que la gente no es indispensable. ¿Es esto lo que el Dragón está enseñando a nuestros hijos?

El hecho de que la administración haya despedido a una educadora apreciada por padres y estudiantes de forma tan poco ceremoniosa sin tener en cuenta a la comunidad educativa es preocupante. Enseñar a nuestros hijos que las personas son prescindibles también es preocupante. Esconderse detrás de la jerga legal y hablar con menosprecio a los padres también es problemático, dejar el chat en medio de una discusión es una falta de respeto.

Blake, si por favor pudieras ser tan amable de comunicarle a Bárbara, quien ha decidido no participar en esta discusión dejando el chat, que queremos tener una reunión urgente con toda la escuela, incluyendo a todos los que formamos El Dragón para hablar de cómo es la toma de decisiones sobre los despidos de profesores en mitad del año escolar, y sobre cómo la dirección trata a las familias, alumnos y profesores.”

La respuesta en el foro del chat no fue exactamente la que esperaba. Los miembros del equipo de administración de la escuela nos informaron que, si tenemos alguna preocupación, tenemos que escribir un correo electrónico a la administración de la escuela y que el foro del chat ya no se usará para ninguna discusión. Obviamente, la transparencia, las comunicaciones abiertas a toda la comunidad y la rendición de cuentas de la administración no son los sellos distintivos de la Utopía de la Escuela Democrática El Dragón.

Unos días más tarde, cuando fui a llevar a mi hijo a la escuela, Blake, la coordinadora de infantil, me dijo que tenía que hablar conmigo y me informó de que ya no tenía permitido hablar en el chat de la escuela. También me dijo que, aunque no tiene libertad para hablar sobre lo ocurrido a Theresa, estoy completamente equivocado en cuanto a lo que le había sucedido. Fui muy sincero con Blake: le dije que realmente me preocupa que lo que se enseña en El Dragón no sea Democracia, sino más bien Hipocresía, y las lecciones sobre lo prescindibles que son las personas definitivamente no son apropiadas para una escuela democrática. También le planteé mi duda de si El Dragón es realmente una escuela democrática o una dictadura.

Si bien este incidente con Theresa ha sido inquietante, se ha convertido en algo mucho más siniestro. Los hijos de Theresa fueron inscritos en El Dragón con una beca que reciben los hijos de los educadores. Después de su despido, la escuela nos dijo que no había que preocuparse por los niños, y que por supuesto podrían terminar el año escolar. Pero esto resultó ser completamente falso.

Aproximadamente una semana después de este incidente, el esposo de Theresas publicó en chat de El Dragón un análisis de la situación y una historia muy preocupantes. Resulta que después de que Bárbara prometió verbalmente a Theresa que si ella firmaba los papeles de despido sus hijos podrán terminar el año y mantener la beca hasta el final de curso, la escuela les exigió la matrícula completa para los niños el día después de la firma de su despido. También compartió con nosotros que la escuela es una “máquina de hacer dinero” y su modelo de negocios es gastar lo menos posible, contratando maestros sin capacitación o experiencia, ya que son más baratos. Toda la propaganda sobre cómo los maestros tienen una “experiencia vital” ha resultado responder a una decisión comercial para contratar maestros más baratos sin capacitación formal.

Obviamente, la familia de Theresa no podía pagar la matrícula después de perder su trabajo, por lo que los niños fueron sacados de la escuela a mediados del año escolar. Para nosotros, esto ha sido una directa violación de los principios que supuestamente propugnaba la escuela, y también ha sido una clara prueba de que la administración de la escuela no es realmente honesta con la comunidad escolar.

En ese momento, mi esposa y yo, decidimos investigar qué estaba pasando realmente en El Dragón, y lo que hemos encontrado es realmente perturbador. Hemos encontrado todo un universo de familias y maestros que han dejado El Dragón en los últimos años, muchos ellos a quienes expulsaron a sus hijos de la escuela cuando comenzaron a cuestionarse qué tan “democrático” era El Dragón. Hemos escuchado historias de uso indebido del Comité Judicial (con juicios en el pasillo) que la escuela ha implementado, hemos escuchado historias de uso indebido del parlamento para señalizar y avergonzar a los niños, hemos escuchadp historias de purgas estalinistas de maestros. Y en todas estas historias hay dos personajes centrales: Barbara Serrano, y su esposo Juan Moran, copropietarios de El Dragon International School SL.

Conocer que El Dragón es en realidad una empresa con fines de lucro ha sido una novedad para nosotros, ya que utilizan una dirección de Internet con el dominio .org, y tienen numerosos mensajes en las redes sociales donde dicen que no tienen ánimo de lucro, como esta publicación, por ejemplo.

 

Una escuela como entidad con fines de lucro generalmente plantea una serie de problemas, especialmente si la directora de la escuela, jefa de estudios es también es la directora ejecutiva de la empresa. Por ejemplo, pueden surgir conflictos de intereses entre las necesidades corporativas de la empresa y la misión educativa de la institución. Para ver un ejemplo de este conflicto de intereses en la práctica.

sigue la historia que cuento.

Después de hacer nuestra investigación inicial, decidimos que, si estas historias son ciertas, tenemos que sacar a nuestra hija de esta escuela, pero también sentimos que deberíamos darle a la escuela la oportunidad de responder a nuestras inquietudes, entonces solicitamos una reunión con la Directora. Sin embargo, nos dijeron que nos sería imposible reunirnos con ella, pero podemos hacerlo con Alice, la subdirectora de la escuela. Así tuvimos una conversación de casi 2 horas con Alice tratando una serie de cuestiones que van a ser parte de un capítulo aparte, pero las principales conclusiones de esa reunión en lo que se refiere a esta historia en particular, es que Alice nos confirmó que Bárbara toma todas las decisiones en la escuela, incluida la supervisión de los comités judiciales, el despido de docentes, etc. Alice también nos dijo que en El Dragón, la democracia es solo para los estudiantes, no para los padres o las familias, una interesante perspectiva de la democracia.

Lo que Alice no pudo hacer fue dar respuesta a nuestras principales preocupaciones, entre ellas que la escuela es una democracia falsa, una institución donde el poder personal de una persona domina todo, donde la democracia es en realidad una tapadera para una dictadura, como en casi cualquier otro sistema autoritario de nuestra historia colectiva. Decidimos entonces buscar una nueva escuela para nuestra hija para el próximo año, pero dejarla terminar la etapa de infantil en El Dragón. Sin embargo, poco después ocurrió otro incidente que cambió todo.

El viernes 16 de marzo, nuestra hija de 5 años regresó del colegio y nos dijo que había habido un incidente en el autobús escolar en el que varios chicos mayores se abalanzaron sobre una niña de 3 años sentada a su lado y comenzaron a sujetarla y hacerle tocamientos, nuestra hija estaba mirando por la ventana en el momento en que comenzó el ataque, y se sintió aterrorizada de pensar que podría ser la siguiente objeto de ese trato. Luego, la niña de 3 años se volvió hacia nuestra hija, y le dijo “Me han tocado aquí”, apuntando hacia sus genitales.

Este no ha sido el primer incidente en el autobús implicando a estos mismos niños con la niña de 3 años y otros alumnos de Dragonfly. El viaje a casa en la ruta se ha convertido en las últimas semanas en un ejercicio diario de acoso hacia los niños más pequeños, y la escuela, consciente de lo que estaba sucediendo, ha hecho muy poco para pararlo, ni siquiera comunicarles a los padres lo que estaba sucediendo. Hubo otro incidente reciente cuando el mismo niño de 8 años agarró las cabezas de la misma niña de 3 años y otro niño de 5 años y les obligó a besarse varias veces sin el consentimiento de ella.

Después de deliberar sobre lo sucedido y, a través de la red de padres, confirmar aspectos clave de la historia y tener noticia de cómo la escuela ha respondido a las preocupaciones de los padres en el pasado, la noche del domingo informé a la administración de la escuela sobre el incidente y les dije que pensábamos ir a la policía el lunes, pero que nos contactaran por la mañana antes de ir, si tenían otras ideas sobre cómo manejar esta situación. Mi intención era forzar a la escuela a enfrentarse al problema o conseguir que terceros con autoridad investigaran.

A primera hora de la mañana la escuela me llamó y escribió un correo electrónico informándome de que otros padres ya les habían informado sobre el incidente, y que se lo estaban tomando muy en serio y nos pidieron que no fuéramos a la policía y dejásemos que la escuela investigase lo sucedido. También programaron una reunión para el 21 de marzo para hablar de la situación.

Dado que la escuela demuestra total incompetencia e incapacidad para controlar a los niños en un viaje de autobús de 30 minutos hasta llegar incluso a que niños de 3, 4 y 5 años tengan su espacio y/o persona vulnerados sin consentimiento por un grupo de niños mucho mayores, decidimos sacar de inmediato a nuestra hija de la escuela debido a preocupaciones de seguridad básicas.

El día de la reunión, llegábamos tarde, y enviamos un correo avisando a la escuela, la escuela incluso nos llamó preguntando si veníamos y confirmamos que lo así era.

Cuando llegamos a la escuela, nos acompañaron a la oficina de Mayte y Rubén. Cerraron la puerta y nos informaron que, como llegábamos tarde, no podíamos unirnos a la reunión. Indignados exigimos participar en la reunión y nos dijeron que no íbamos a poder hacerlo. Entonces le dijimos que íbamos a la policía, y en ese momento Bárbara entró desde la habitación contigua donde se celebraba la reunión y con una mirada de total indignación nos invitó a unirnos.

Desde el momento en que entramos en la reunión, fuimos constantemente atacados por todos lados, por Bárbara, por Nora, que es monitor del autobús escolar, por Samuel y Mayte. Los otros padres que estaban en la reunión nos miraban como si fuéramos criaturas de otro planeta. Todavía no sabemos lo que se habló mientras estábamos fuera de la sala, pero uno de los padres se inclinó hacia Nikky cuando entramos por la puerta y dijo “Nos dijeron que no vendrías”.

Bárbara dijo que ella entrevistó personalmente a todos en el autobús, excepto a nuestra hija (que no ha vuelto a la escuela desde entonces). Descubrimos que esto en realidad era falso, había algunos niños en el autobús a los que Bárbara no entrevistó. La primera de muchas mentiras que siguieron. Bárbara declaró que después del análisis de todas las pruebas había concluido que solo se tocó el trasero y la barriga de la víctima, por consecuencia no lo consideraba abuso. El consentimiento no importaba. El espacio personal no importaba. Que estudiantes mayores intimiden a los más jóvenes no tenía importancia. Más aún, Bárbara presentó un extraño argumento de que en Dragonfly el mundo gira en torno a “caca, culo, teta, pis” y es totalmente aceptable que los niños se toquen entre sí como parte del juego, el único problema con ese argumento es que no eran dos niños de infantil, sino niños de 8 y 9 años que no están en Dragonfly, tocando a una niña de 3 años.

Bárbara entonces declaró que nos habían investigado a mí y a mi esposa, y procedió a acusarnos de fabricar el incidente porque estábamos molestos por lo que pasó con Theresa. Algunos antecedentes sobre Theresa: es la educadora de infantil que fue despedida en febrero por compartir su preocupación sobre el modelo educativo de Noras en Dragonfly. Estábamos molestos con la forma en que se manejó ese incidente, y especialmente molestos porque la escuela canceló la beca de los niños de Theresa a mediados de año después de mentirles a los padres y a Theresa al respecto, diciendo que mantendrían a los niños hasta finales de año. Esto fue vergonzoso y va en contra de los principios que El Dragón anuncia en su sitio web y en su publicidad. Hablé sobre esto con Blake y Alice (ya que Bárbara no quiso reunirse con nosotros para hablar de nuestras preocupaciones) y Blake me mintió diciendo que Theresa no fue despedida, y Alice negó que los niños fueran expulsados, además enseguida hicieron entrar a Mayte en la reunión para que lo corroborara. Por supuesto, no abordaron el tema de la beca, y técnicamente sí tenían razón, no expulsaron a los estudiantes, simplemente les imposibilitaron completar el año después de despedir a su madre y cancelando su beca. Cabe preguntarse ¿es así cómo se comporta una escuela “democrática”?

La realidad de la situación es que, aunque habíamos decidido que nuestra hija Valentina no continuara en el Dragón el próximo año debido a nuestras dudas no resueltas sobre la ética de la institución y nuestra preocupación sobre la implementación del modelo democrático por parte de personal éticamente impedido, todavía planeábamos dejarla terminar el año en Dragonfly, hasta que este último incidente del autobús nos hizo darnos cuenta de que el Dragón es en realidad un lugar peligroso para los niños.

Esta acusación de Bárbara fue un claro intento de eludir la responsabilidad de crear un espacio libre de acoso para nuestros niños para que puedan ser libres, puedan aprender y ser autónomos. Más abajo podéis ver el audio que grabamos de Valentina el día después del incidente contando lo sucedido: juzgad por vosotros mismos si nos inventamos este incidente o no.

 

 

Más allá de las consideraciones éticas, este incidente plantea serias dudas sobre la tolerancia al acoso en El Dragón. De hecho, en la última carta que envió la escuela después de la reunión trimestral afirman que van a tolerar que los niños peleen porque eso es parte normal de la experiencia de aprendizaje. Uno se pregunta qué es exactamente lo que aprenden los niños cuando los de 8 años pueden hacer lo que quieran con los de 3 años. ¿Están aprendiendo sobre democracia o están aprendiendo la perpetuación de la cultura de la dominación del más fuerte sobre el más débil?

Dado que Bárbara no fue sincera acerca de haber entrevistado a todos los niños en el autobús, es justo cuestionar la validez de todas sus pruebas y sus conclusiones. Además, recientemente hemos descubierto que El Dragón es en realidad una empresa con fines de lucro, en lugar de una organización sin fines de lucro como su comunicación en redes sociales y su dominio .org implica. Bárbara no solo es la directora de la escuela, sino también la directora general de una empresa con ánimo de lucro que es la escuela. Como tal, tiene un conflicto de intereses que no puede resolverse cuando actúa como investigadora, jueza y jurado en casos que involucran derechos de estudiantes y esos derechos entran en conflicto con las necesidades institucionales financieras y de su reputación.

Además de mentir sobre haber entrevistado a todos los niños, Bárbara también afirmó falsamente durante la reunión que:

– No hemos intentado concertar una cita con ella en el pasado (lo intentamos y nos dijeron que no nos vería)

– La escuela no nos insistió sin parar durante semanas para que pagásemos la matrícula para el próximo año.

Estas son pequeñas mentiras, pero demuestran un patrón de mentir en público sobre hechos básicos, y debe poner bajo otra luz a todas las declaraciones que la escuela y Bárbara han hecho sobre varios incidentes en el pasado y a lo que digan en respuesta a este escrito incriminatorio.

Bárbara después de acusarme de fabricar los hechos me acusó de llamarla dictadora. La realidad es que nunca la llamé a ella directamente dictadora, pero sí pregunté tanto a Blake como a Alice si la escuela era realmente democrática, o si el uso de la democracia era una tapadera para una dictadura. Si la escuela fuera realmente una dictadura, Bárbara siendo la que toma todas las decisiones finales, despide a los maestros y expulsa a las familias a voluntad y sin tener en cuenta las legalidades o la ética de sus acciones sería una candidata innata para el título. Cuando le expliqué esto a Bárbara, ella comenzó a hacer saludos nazis en mi dirección, creo que intentaba provocarme. Me impactó esa muestra de antisemitismo y uso de símbolos del genocidio y el odio provenientes de la directora de una escuela “democrática”. Además, cuando Bárbara comenzó a hacer los saludos nazis en mi dirección, miré alrededor mío. Samuel, Nora y Mayte, los otros tres miembros del personal de El Dragón me miraban con una sonrisa de satisfacción mientras que el resto de los padres estaban asombrados, al igual que mi esposa. Los miembros del personal de El Dragón presentes en esta reunión no dijeron nada cuando ocurrió este ataque y, por lo tanto, son cómplices de él.

Poco después del saludo Nazi, Bárbara dijo que el consenso de todos era que no pasó nada y dio por terminada la reunión.

Algo me dice que esto fue una maniobra de encubrimiento común.

También siento que este “consenso” de que no pasó nada en ese autobús ese viernes o todos los días anteriores fue extraído de mí y de mi esposa a través del acoso, la intimidación, la manipulación y el ataque antisemita y, por lo tanto, no es válido.

Además, siento que Bárbara nos difamó públicamente al tergiversar lo que sucedió en la reunión de acoso ya que mucha gente en la comunidad sabía que estábamos preocupados por este incidente y que eran los que iban a esta reunión. Ella no nos puso el nombre, pero el efecto de atacar nuestra reputación es el mismo. Hablando de ese incidente, justo después de que ella nos atacara públicamente, Bárbara procedió a elegir a otra familia a quienes avergonzó públicamente por su nombre por atreverse a compartir sus preocupaciones con otros padres. Familias, así no es la democracia. Y la democracia no es lo que siguió después de las difamaciones de Bárbara; las familias que asistieron permanecieron en silencio o miraron a estos padres con desaprobación. Al igual que cuando Bárbara hizo su saludo Nazi. Así es una dictadura o una secta.

Para colmo de males, la escuela expulsó al niño de 3 años, hijo de los padres que se atrevieron a cuestionar a la escuela, esto después de declarar públicamente en la misma reunión que no tomarían represalias contra el niño.

Dada la cantidad de problemas que han surgido con El Dragón, y cómo se han comportado conmigo y mi familia cuando planteamos lo que considerábamos preocupaciones válidas no sólo sobre la seguridad de nuestra hija sino también sobre la de otros niños, siento que no tengo otra opción más que llevar este debate al terreno público. Mi análisis del fraude de El Dragón, así como un recuento de los eventos en este mensaje están en mi cuenta de médium: https://medium.com/@vladteichberg y tengo intención de trabajar con otras familias afectadas para ayudarles a contar su historia a todo el mundo sobre la realidad de este proyecto. Como activista de toda la vida, he aprendido hace mucho tiempo que cuando las personas se empoderan para anteponer la verdad al poder, el poder corrupto finalmente se desmorona. Es solo cuestión de seguir divulgando la información y contar nuestras historias.

Para las familias que aún estáis en El Dragón, por el bien de vuestros hijos, leer cuidadosamente lo que he dicho. Puede que no os guste mi estilo, pero deberíais considerar cuán seguros están vuestros niños en esta institución. Hacer preguntas a la administración y negaros a pagar las tarifas hasta que las responda, exigir ver las cuentas de la escuela para ver cuánto están gastando realmente en la educación de nuestros hijos y cuánto es el margen de beneficio. Preguntar cuántos niños han sido expulsados ​​porque sus padres hicieron preguntas durante los últimos 5 años, cuántos maestros fueron despedidos por mostrar sus preocupaciones, cuántas personas han amenazado con demandar para mantener este fraude en secreto.

Para aquellos que estáis considerando El Dragón para vuestros hijos, consideraros advertidos. Bárbara y Juan han construido una escuela democrática que enorgullecería a Franco.

En nuestra familia, celebramos una asamblea (somos una familia democrática después de todo) y decidimos votar, y actuar. Si bien es importante tratar de salvar a El Dragón, no podíamos poner a nuestra hija en riesgo teniendo en cuenta la incompetencia y el carácter vengativo de esta administración.

4 thoughts on “Aventuras en la Escuela “Democrática” El Dragón — Capítulo I”

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